Fuga masiva de profesionales de la salud en Cuba: más de 77 mil en solo tres años

Sala del Hospital General Docente Dr. Ernesto Guevara de la Serna, en Las Tunas.

Sumario

  • Entre 2021 y 2024, Cuba perdió 77,522 profesionales de la salud debido a bajos salarios, exceso de trabajo y falta de recursos, lo que impulsó la migración masiva.
  • La proporción de habitantes por médico aumentó de 104 a 131, y los dentistas se redujeron en un 40%, afectando gravemente la atención primaria y hospitalaria.

Entre 2021 y 2024, Cuba perdió alrededor de 77,522 activos del personal de la salud, entre médicos, enfermeros, técnicos y estomatólogos, debido a los bajos salarios en el sector, el exceso de trabajo y la falta de recursos para la asistencia que ha llevado a la migración masiva de profesionales, tanto hacia otros empleos mejor remunerados como al extranjero.

“La remuneración que se les paga es muy baja, no da para subsistir. Además, se está trabajando con mucha dificultad, sobrecargados de trabajo porque la carencia de personal es enorme”, indicó la psicóloga médica santiaguera Milagros González.

“Los jóvenes no quieren incorporarse al sistema de salud porque los regulan y no los dejan salir después”, señaló la especialista en referencia a la normativa que limita el derecho de los profesionales de la salud a salir del país que requieren una autorización especial antes de obtener un pasaporte, incluso si renuncian a sus puestos.

El régimen justifica este control por la necesidad de "preservar la fuerza de trabajo calificada".

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En su Anuario Estadístico de Cuba 2024, la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) confirmó que el descenso alcanza a todas las categorías de formación y constituye uno de los más pronunciados en la última década.

Los datos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) revelan que Cuba cuenta, en la actualidad, con solamente 75,364 médicos, 30,000 menos que en 2021 y la proporción de habitantes por médico pasó de 104 a 131.

La cifra de estomatólogos también se redujo en un 40%, de 20,903 en 2021 a 12,431 en 2024, lo que implica que hay un dentista por cada 795 habitantes.

De igual forma, la disminución del personal de enfermería ha impactado, por igual, a la atención primaria y hospitalaria.

En todo el país hay apenas 12.912 graduados de Medicina General Integral, la mayoría destacados en los consultorios del médico de la familia muchos cerrados o brindando atención parcial.

“Los indicadores de salud han bajado muchísimo, aparentemente están bien para el mundo, pero no hay personal médico, no hay medicamentos ni en los hospitales, no existen especialistas, no hay auxiliares de limpieza no hay insumos”.

En esta línea, el doctor Roberto Serrano, residente en Songo La Maya, Santiago de Cuba, agregó que en el sector “hay una corrupción sin límites. La inmensa mayoría de las personas que quieren hacerse algún tipo de tratamiento tiene que ser con dinero por delante, igual que en los hospitales, el que quiere operarse tiene que buscarlo todo, y aparte pagarle a la persona que lo va a operar, en la mayoría de los casos”.

“El problema es que le pagan una miseria al personal de salud, un salario de 8,000 o 9,000 pesos a un médico, a cualquier profesional; entonces aquí obligan a las personas a malversar, a robar”, puntualizó el médico songomayense.

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La doctora Sánchez subrayó que otro factor que refleja el detrimento de los indicadores sanitarios en la isla es el deterioro constructivo de las instalaciones, tanto hospitales, como policlínicos, bancos de sangre, hogares maternos y de ancianos, así como centros de investigación.

“Pero también se han cerrado salas de hospitales y otras instituciones por la ausencia de personal”, apuntó Sánchez.

“En las cabeceras de provincia esto se balancea un poquito más, pero en los municipios, en los poblados pequeños, el déficit de personal es tan grande que solamente están en los cuerpos de guardia, las enfermeras”, precisó Sánchez.

A esto se une el envío de profesionales a misiones en el extranjero, que afecta la atención de salud interna en medio de crisis epidemiológicas que se han vuelto recurrentes.

“Sin embargo, los que mandan al extranjero, a cumplir la llamada misión o colaboración, esos sí están garantizados porque es lo que le resulta a la nomenclatura. A los de aquí, pues sobrecargarlos”, recalcó Serrano.